
QUIÉNES SOMOS

QUIÉNES SOMOS
Siempre que pienso en la casa de mi abuela es como si hiciera un viaje. Como si de esas cuatro paredes no hubiera salido jamás y en sus años de vivencias desde su juventud, en los años 50, hasta su madurez de los 70 hubiese acumulado su historia de vida en esas paredes. Paredes alegres, llenas de imágenes, objetos y fetiches que mi abuela había atesorado para crear un espacio único. Todos sabían de la casa de la LoLa.
En las reuniones que allí se celebraban se notaba como el aire que respirabas te llenaba los pulmones y los sentidos de los aromas que se desprendían de los platillos con los guisos que la Lola iba sirviendo sobre la mesa, sin que nadie se percatara, entre las tertulias, bullicio, risas y jolgorio; y el arte flamenco de alguna guitarra española que empezaba a sonar desatando el cante y el baile de la Lola.
Amigas y amigos de la Lola entraban y se iban como el que está en su casa, como el que tiene la certeza que allí siempre tendrá un lugar al que acudir para sentirse acogido. Lola fue una gran anfitriona, siempre con su alegría y con un buen manjar que ofrecer bañado con vino que, con su embriaguez, atrapaban a cualquiera que quiera dejarse llevar.
Siempre que pienso en la casa de mi abuela es como si hiciera un viaje. Como si de esas cuatro paredes no hubiera salido jamás y en sus años de vivencias desde su juventud, en los años 50, hasta su madurez de los 70 hubiese acumulado su historia de vida en esas paredes. Paredes alegres, llenas de imágenes, objetos y fetiches que mi abuela había atesorado para crear un espacio único. Todos sabían de la casa de la LoLa.
En las reuniones que allí se celebraban se notaba como el aire que respirabas te llenaba los pulmones y los sentidos de los aromas que se desprendían de los platillos con los guisos que la Lola iba sirviendo sobre la mesa, sin que nadie se percatara, entre las tertulias, bullicio, risas y jolgorio; y el arte flamenco de alguna guitarra española que empezaba a sonar desatando el cante y el baile de la Lola.
Amigas y amigos de la Lola entraban y se iban como el que está en su casa, como el que tiene la certeza que allí siempre tendrá un lugar al que acudir para sentirse acogido. Lola fue una gran anfitriona, siempre con su alegría y con un buen manjar que ofrecer bañado con vino que, con su embriaguez, atrapaban a cualquiera que quiera dejarse llevar.


EL CONCEPTO
Tapear o ir de tapas es un elemento esencial de la cultura, la vida cotidiana y la forma de socializar en España y unos de los principales rasgos de la gastronomía española.
Las tapas son conocidas en todo el mundo y tapear es sinónimo de salir con los amigos a divertirse y hacer vida social. En definitiva, lo más importante a la hora de «tapear» es que disfrutes de la comida, de la compñía y, por supuesto la vida.
Casa Lola es un bar de tapas de toda la vida, en honor a “LA LOLA” la abuela de la Chef Valentina Salcedo, donde ser sirven las tapas típicas, conservando la tradición en la elaboración y concepción de la carta basada en una cocina cien por cien española, que da testimonio de lo más típico de las tapas, la estacionalidad del producto, recetas y maneras. Todo ello en un espacio con la visión artística necesaria para evocar una época pasada típica española de manera ecléctica, diseñando el espacio del recuerdo y dar forma a la experiencia.
Casa Lola es un lugar original y único en la ciudad de Nueva York donde se recrea un espacio y una gastronomía que generan emociones que transportan al cliente directamente a España.
Aquí se reúnen, en horario continuado, la hora del vermut y el aperitivo con una comida o una cena basada en tapas y en compartir platos o raciones.

EL CONCEPTO
Tapear o ir de tapas es un elemento esencial de la cultura, la vida cotidiana y la forma de socializar en España y unos de los principales rasgos de la gastronomía española.
Las tapas son conocidas en todo el mundo y tapear es sinónimo de salir con los amigos a divertirse y hacer vida social. En definitiva, lo más importante a la hora de «tapear» es que disfrutes de la comida, de la compñía y, por supuesto la vida.
Casa Lola es un bar de tapas de toda la vida, en honor a “LA LOLA” la abuela de la Chef Valentina Salcedo, donde ser sirven las tapas típicas, conservando la tradición en la elaboración y concepción de la carta basada en una cocina cien por cien española, que da testimonio de lo más típico de las tapas, la estacionalidad del producto, recetas y maneras. Todo ello en un espacio con la visión artística necesaria para evocar una época pasada típica española de manera ecléctica, diseñando el espacio del recuerdo y dar forma a la experiencia.
Casa Lola es un lugar original y único en la ciudad de Nueva York donde se recrea un espacio y una gastronomía que generan emociones que transportan al cliente directamente a España.
Aquí se reúnen, en horario continuado, la hora del vermut y el aperitivo con una comida o una cena basada en tapas y en compartir platos o raciones.




LAS VISITAS
En Casa Lola el cliente es el centro de atención y el verdadero protagonista ya sea por recibir un servicio hospitalario, detallista y excelente o porque él mismo genera ese ambiente alegre y bullicioso de un lugar de tapeo español. Cuidando hasta el último detalle durante la visita del cliente a Casa Lola, haremos que tenga una experiencia en la que se sienta importante y único.
LAS VISITAS
En Casa Lola el cliente es el centro de atención y el verdadero protagonista ya sea por recibir un servicio hospitalario, detallista y excelente o porque él mismo genera ese ambiente alegre y bullicioso de un lugar de tapeo español. Cuidando hasta el último detalle durante la visita del cliente a Casa Lola, haremos que tenga una experiencia en la que se sienta importante y único.


